
Es una concepción muy extendida en nuestra sociedad el considerar el desayuno como la comida más importante del día, pero ¿Es cierto que el desayuno sea tan importante? La verdad es que no hay pruebas científicas suficientes que lo demuestren.
La Ciencia de la «Autofagia»
Recientes descubrimientos ponen en duda la importancia del desayuno. Un claro ejemplo es el estudio galardonado con el Nobel Prize 2016 en Fisiología o Medicina ganado por Yoshinori Ohsumi gracias al descubrimiento sobre el proceso de reparación celular del cuerpo llamado autofagia o “autophagy”. Durante este proceso los orgánulos subcelulares son destruidos y los nuevos se reconstruyen para reemplazarlos. Las membranas celulares viejas, orgánulos y otros residuos celulares pueden ser quitados. Para ponerlo de forma sencilla, es como si tus células fueran un coche y estas fueran llevadas al taller para cambiar las piezas que impiden el correcto funcionamiento.
Te estarás preguntando: ¿Qué tiene que ver esto que acabo de leer con el desayuno?
Pues bien, el mayor estimulador de la autofagia es el ayuno, estar una franja de horas sin comer. La mejor forma de aplicar este ayuno es por la mañana.
El Mito del Desayuno
Comer mucho por la mañana nos hace sentir más cansados, lo cual es irónico ya que el objetivo que se persigue es el contrario, sentirse activo y lleno de energía. En cambio, practicar ayunos durante pequeños periodos de tiempo promueve la utilización de varias fuentes de energía de nuestro cuerpo, de entre las cuales destaca la quema de grasa activada cuando los niveles de insulina se encuentran bajos. Este proceso estimula el sistema nervioso simpático, lo que te hace estar alerta, concentrado y energético, teniendo un efecto supresor del hambre.
El desayuno no es necesario si se sigue una alimentación sana y equilibrada, y si durante el día anterior se consumen calorías suficientes para nuestro cuerpo. Por la mañana, al levantarnos, todavía tenemos esos nutrientes almacenados en forma de glicógeno y en forma de glucosa en sangre. La ingesta de más nutrientes y calorías (generalmente de alimentos dudosamente sanos como cereales o bollería saturados de azúcares y grasas) aportan una gran cantidad de calorías extra que el cuerpo no necesita, causando un aumento en los niveles de insulina, y resultando en el almacenamiento de las calorías sobrantes como tejido adiposo.
El Enfoque Isofit
En Isofit hemos descubierto la revolución física y mental que conlleva suprimir el desayuno y practicar Intermittent Fasting. A pesar de ello, entendemos que el desayuno es algo imprescindible para algunos. Nuestro consejo: experimenta y descubre por ti mismo los beneficios de practicar un ayuno de unas 3-5 horas por la mañana. Si no te convence, sigue disfrutando de tu desayuno, pero sobre todo, toma conciencia de lo que comes y intenta controlar las calorías que ingieres. Evita cereales y bollería. Pan integral, fruta, avena, yogur etc. Son alimentos que ayudarán a mejorar la calidad de tu desayuno.
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Fuentes: How Breakfast Became a Thing
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